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El lugar donde los cuentos los creas tú

Un nuevo género

Caperucita Rusa ha ideado un nuevo género: el acrónimorrelato. ¿Y qué es eso? Pues muy fácil: un relato cuyas frases puestas en una línea vertical forman un acrónimo. Para hacerlo más fácil, podemos usar nuestros propios nombres y escribir un pequeño relato. Por ejemplo, yo haré uno usando el mío...
Cuenta la leyenda que en el bosque de Engwywood vivía un pequeño duende que había sido abandonado.
Andaba agachado, buscando frutos por el suelo durante todo el día, porque no tenía otra cosa que hacer.
Pero una mañana de verano, el duendecillo halló algo entre las hojas.
Era la capucha de un manto de terciopelo azul, y dentro de ella, había una nota que decía:
Rizos negros en el suelo, ojos verdes por el cielo.
Un salto más pequeño duende, y encontrarás a tu gente.
Consciente de que lo que estaba leyendo era algo importante, el duendecillo se sentó en el suelo aturdido.
Imaginó lo que sería volver a tener amigos de nuevo.
Temblando, el duende alzó la cabeza y dio un brinco, cayendo justo junto al tallo de una flor.
Abrió los ojos, y al mirar los pétalos halló una hilera de duendecillos jugando a pillar.

textoalternativo


Risas, canciones... Todo aquello llenó los oídos del duendecillo.
Usó sus pequeñas manos para trepar por el tallo, y se sumergió en el pólen para unirse a la fiesta.
Surcando el sendero de Engwywood, mientras, la caperuza azul se dirigió hacia el poblado.
Al menos, había conseguido que el duende volviera a su hogar.

Es muy fácil, ¿te atreves?

Ainhoa Redondo

1 comentario

maño -

Javier tenía 5 años pero ya soñaba con ser mayor.
O bien sería bombero o bien policía
Sabía que debía crecer mucho, así que se puso manos a la obra.
Empezó nuestro pequeño héroe a comer mucho pescado porque su abuela Tati decía que era bueno para los huesos y para hacerse mayor. Y con su ilusión fue creciendo, poco a poco. Si intentáramos alcanzar nuestros objetivos con la fuerza e ilusión de un niño, la vida nos sería más fácil y con grandes esperanzas.